Los continuos y serios problemas que hacen nata en San Fernando han puesto de relieve una gran necesidad, cual es la de poseer un Comité Pro-Adelanto local, que no sea integrado precisamente por autoridades sino por aquellos vecinos influyentes y honorables y, especialmente, entusiastas que puedan ser capaces de remecer la opinión pública para la solución de los ardorosos y graves problemas.
Hay dos teorÍas al respecto que han entregado valiosa experiencia. La primera es dejar que las amistades gubernativas de nuestras autoridades consigan en el mar de oficinas santiaguinas la menor tramitación. Eso es siempre posible; sin embargo, la realización de obras es lejana. Tenemos la experiencia del Grupo Escolar N.° 5 y N.° 8, Liceo de Niñas, Liceo de Hombres, Servicio de Investigaciones, etc.. Para qué decir del impuesto al tabaco.
La segunda teorÍa es hacer conciencia entre aquellos que reciben el impacto por el prolongamiento de los problemas: el pueblo mismo. Iquique, Arica son ciudades que han basado toda su fuerza en la opinión pública. Sus foros y cabildos abiertos han tenido repercusión nacional, logrando éxitos insospechados.
En San Fernando quiso hacerse una vez un cabildo abierto, pero tal vez el error fue en no circunscribirlo a un solo problema, en vez de darle un carácter general, lo que asustó por la diversidad de necesidades que existÍan, a pesar que hubo un alcalde que declaró a un periodista que en San Fernando no habÍan problemas.1
En fin de cuentas, hace falta un cabildo para cada problema, y tendremos que empezar por enfrentar valientemente el que se refiere al impuesto al tabaco. Para esto hace falta que se forme cuanto antes un gran Comité Pro-Adelanto.
1En la primera edición de El Guerrillero (26 de agosto de 1956, pp. 5-6.) se incluye un reportaje al cabildo abierto, en que se alaba su posible realización: “Es indudable que una de las medidas más acertadas que tienen al progreso de San Fernando es ésta del cabildo abierto, por cuanto podrá alzarse en forma ordenada la voz del pueblo en procura de sus propios problemas”. La nota incluye las declaraciones de todos los regidores y el alcalde Eliseo Campos Vera, quien expresa: “Cuenten conmigo. Solamente esperamos que el cabildo abierto venga bien estructurado, con estudios amplios y acabados, con el objeto que podamos asegurar un éxito definitivo”. El cabildo nunca se llevó a cabo; asÍ da cuenta una nota publicada en la cuarta edición del periódico, aparecida en diciembre: “El cabildo abierto, del cual es responsable directo el regidor Miguel Ángel, murió sin haber nacido en 1956. Pero tenemos la plena seguridad que si 1957 va a resucitarlo, tendrá que empezar naturalmente por resucitar a Miguel Ángel. Esperamos que asÍ sea” (“Se va 1956 sin mercado, sin impto. tabaco y sin el cabildo”, p. 10).