Asistimos a una reunión municipal ordinaria donde se trató sin resultado, antes que nada, de hacerla secreta, ya que la posición de algunos regidores era claramente atentatoria contra los intereses de la comunidad que curiosamente representan.

La opinión pública ha planteado un problema bien claro: ¡hay necesidad de una feria libre para adquirir artÍculos de consumo agropecuarios más baratos! Esto lo saben hasta los niños chicos de tanto repetirse y de tanto conversarse en el seno de todos los hogares modestos. Ese era el asunto y no otro. Hubo cuatro regidores que claramente le torcieron las narices al pueblo e hicieron cuanto estuvo en sus manos para no permitir que obtuviera mayores facilidades para comer.

El alcalde subrogante le buscó los cinco pies al gato y se los encontró. Para eso forma un equipo, donde se juntan en corral su compañero Aquiles Cornejo, la conservadora Adriana Valenzuela de Mancilla y el alcalde titular José Espósito. Todos ellos tuvieron algo en común: cerrarle el paso a la feria libre como fuera, incluso con cantinfladas.

Contaron además con la posición de la regidora demócratacristiana, quien como buena abogada y fiel a los principios de su partido mantuvo una posición, que por adelantado sabÍa dejarÍa las cosas en su mismo lugar: ¡no a las ferias libres! Sustentaba esta regidora que no se sabÍa a ciencia cierta lo que deseaban los feriantes, si feria libre o economato, olvidando naturalmente que en esa sesión se estaba jugando con la alimentación del pueblo. Y allÍ quedó la cosa. En ningún momento dijo “hagamos algo para que el problema sustancial de abaratar los artÍculos de consumo se solucione”. Nada de eso. Creyó más importante que el economato estuviera en regla o no.

La posición del regidor socialista Miguel Ángel, de la regidora comunista Silvia Costa, del regidor conservador Moncho Rey y del regidor radical Juan Cortez fue diametralmente diferente. Hicieron cuanto estuvo a su alcance para lograr las ferias libres, como fuera. Desgraciadamente para la masa consumidora modesta no lo consiguieron y hubo empate. Y el empate ha significado no poder comprar más barato los artÍculos esenciales de esta temporada.

Podrán decir lo que quieran. Hallarle veinte pies al gato. Demostrar que en la única parte de Chile en que no pueden existir las ferias libres es en San Fernando, asÍ don Jorge Alessandri no se moleste porque funciona una a tres cuadras de La Moneda, pero no van a convencer al pueblo jamás porque en ello va involucrada una patada atroz a los serios problemas económicos a que están abocados en la actualidad.

Ahora basta que hablen los señores regidores. Ahora les toca hablar a los que pagan los platos rotos. Que la Central Única y todos sus sindicatos se pronuncien. Que se pronuncien los candidatos, los partidos polÍticos, las asociaciones, los centros de madres. Ya es hora de que hable el pueblo con una voz auténtica. Que los partidos de izquierda salgan a la calle. Que se levanten las banderas de protesta. Que se corran listas con firmas para ver quién tiene la razón: si los que defienden un edificio como tal y nada más o los que protestan por darle más que comer a sus hijos.

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