Queda una vez más demostrado que la mediocridad se pasea como Pedro por su casa en La Región y en La Voz de Colchagua. Les desmentimos a los dos sesudos que la feria libre no serÍa só elo para productores, sino que amplia para comerciantes. Les demostramos la metida de patas y, sobre el particular, el silencio profundo de la vergüenza. AhÍ, con la cola entre las piernas. Demostramos que Jaime Tagle habÍa derogado las ferias libres. ¿Qué han dicho al respecto? ¡Nada!

La feria comenzó a funcionar tal como lo pidió El Guerrillero. Es natural que nos desconozcan el triunfo. Los mediocres no tienen valor para ser nobles.

El señor Peña —y no sé qué más— no aceptó mi desafÍo, a sabiendas que es panzudo como un barril. Se escuda detrás de don Juan Danús y acertó. Con ese caballero al frente me desarma, pero a don Juan, a quien considero un hombre joven intelectualmente porque crea, le voy a preguntar: ¿Qué hace ahÍ al frente de la cobarde actitud de su amigo? ¿Usted no anda con requiebros ni anda sobándose con la beaterÍa? ¿Qué le pasa a su laicisimo? ¿Usted también va a votar por José Isla? Yo sé que no, que es más noble y recto que un roble. Usted sabe que le respeto, y que si el señor Peña le quiere echar a usted los muertos es porque no sabe cómo pasar la vergüenza de las metidas de pata de su periódico.

Usted, señor Danús, sabe que la campaña de El Guerrillero es absolutamente sana, que se inició antes que Pedro González o cualquier otro candidato llegara hasta las puertas de la redacción. Usted sabe nuestra posición porque la hemos discutido juntos y usted ha estado de acuerdo conmigo, asÍ se declaró públicamente. Después de esto echaron entre nosotros todos los perros de la insidia.

Tengo derecho, me imagino, a mantener mis puntos de vista, aunque mis adversarios polÍticos los apoyen. No tengo culpa de no ser un hipócrita. Si Pedro González sigue apoyando las campañas de El Guerrillero, seguiré luchando a su lado, ¿y qué? ¿Me lo van a prohibir los radicales que andan a besitos con los demócratacristianos entre bendiciones masónicas y eclesiásticas?

Para atacar a la derecha, hay que atacarla con principios y no atacar precisamente a los derechistas progresistas, porque a eso se le llama infantilismo izquierdista, aunque don Peña sea tan cachuzo que pretende saberlo todo. Y si se pone de mal genio, peor. Lo siento só elo por los gráficos que tienen que aguantarlo. ¡Sigo convencido que es poca cosa!

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