Una verdadera lucha de intereses se ha producido ante el justo decreto de la Ilustre Municipalidad, del 2 de junio, que ordena el traslado de los paraderos de todas las micros que hacen su servicio dentro de la comuna de San Fernando, como también aquellas intercomunales con paradero de término de recorrido en nuestra ciudad.

¿Por qué la Ilustre Municipalidad tomóste acuerdo? En primer lugar, suponemos, porque con ello otorga mayores facilidades a los pasajeros y, al mismo tiempo que centraliza este movimiento, procede a dar mayor importancia al mercado municipal, todo lo cual es digno de aplauso.

Pero cambiar los paraderos de las micros, tocó la epidermis de los intereses creados y esto provocó una lucha endemoniada, como siempre que los intereses creados son amagados, aunque asÍ sea por medidas justas y de beneficio colectivo.

En otros paÍses más adelantados que el nuestro, en este sentido, no les importan estos intereses creados y buscan la forma adecuada de proporcionar a la colectividad los mayores beneficios posibles.

No existe en San Fernando ningún paradero mejor para estas micros que el mercado municipal. Tiene amplios corredores para resguardo de la lluvia en invierno, y del sol en verano. Tiene a media cuadra la ClÍnica del Seguro, donde van las mamitas con sus hijos de corta edad. A dos cuadras la casi totalidad de las oficinas públicas. A media cuadra la Escuela N.° 2, que recibe muchas pequeñas de diferentes puntos alejados de San Fernando, y a una cuadra la Escuela N.° 1. Como si esto fuera poco, a só elo media cuadra la avenida Manuel RodrÍguez, donde se puede adquirir cuanto se necesita: tiendas, paqueterÍas, zapaterÍas, etc.

La Ilustre Municipalidad debe tomar cartas serias ante el hecho de que varias micros todavÍa no concurren hasta los paraderos ordenados, y otras lo hacen en forma mañosa. La Corporación edilicia no es juguete de los intereses creados, debe ir de inmediato a una solución de este problema, movilizando dos o tres inspectores ad honorem que vigilen cada una de las micros y, en caso de infracciones, la aplicación terminante de los reglamentos vigentes.

Esperamos que el señor Jorge Silva, brillante alcalde subrogante, solucione este problema mirando el bien colectivo y no ciertos intereses creados, que todo lo ven bajo el signo peso, sin importarles un rábano la comodidad y la seguridad de los pasajeros, en este caso los amos y señores, pues son parte de pueblo y para quienes administra la Corporación edilicia. Una mayorÍa en comparación a unos cuantos que se benefician a su costa.

Todas las micros al mercado municipal. Es un decreto y hay que hacerlo valer, señor alcalde.

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