Después de un mes de silencio, en que las razones de siempre se confabulan, vuelve a aparecer El Guerrillero, con más brÍos, refortalecido, dispuesto a continuar la larga lucha que se ha propuesto. Un tropezón no es “queÍda”, y aquÍ está de nuevo para mantener su lÍnea inalterable en defensa del pueblo, de sus más legÍtimos derechos y anhelos.
La heroica isla de Cuba, junto a todos los hombres y mujeres progresistas del mundo, ha celebrado con alborozo la nueva aurora que se ha alzado en el Caribe, conmemorando aquella gesta heroica de los estudiantes un 26 de julio en La Habana.
Los tremendos vientos de la libertad recorren todos los caminos de América, como en aquellos dÍas de la emancipación libertadora en que eran calumniados y perseguidos BolÍvar, San MartÍn, Sucre, O’Higgins, los Carrera y el valiente y gran patriota guerrillero Manuel RodrÍguez. Y “una sola chispa puede incendiar la pradera”. Las palabras del gran libertador chino Mao Tse-tung resuenan con roncos ruidos en nuestro continente: son como un rÍo avasallador que corre vertiginosamente hacia el océano, su liberación definitiva.
AsÍ es. Aunque se propongan calumniar y calumniar a la gran República de Cuba, no podrán vencerla. Es tan difÍcil remar contra la corriente, rÍo arriba, que finalmente las fuerzas elementales se imponen. Apagar la tea de la libertad americana es imposible, aunque los perros del imperialismo y sus lacayos de América Latina ladren como endemoniados a la luna.
¿Y mañana? Cuando nuestra solitaria estrella flamee victoriosa en las manos duras y decididas de los obreros y campesinos chilenos, también vendrán las jaurÍas a ladrarnos furiosamente. Tendremos el ejemplo maravilloso de Cuba y nadie nos detendrá para que los medios de producción pasen a poder del pueblo.
El Guerrillero envÍa su saludo de fraternidad al heroico pueblo de Fidel, augurándole cada vez mayores éxitos en el camino luminoso del socialismo, faro indestructible de la libertad americana.