Asomarse al balcón para ver lo que sucede, finalmente, no tiene ninguna importancia. Se testigo tampoco importa tanto. Lo importante es el papel protagónico que debemos desempeñar cada uno de nosotros en el proceso histórico que estamos viviendo. Los momios, la derecha, la reacción juegan su rol, protagonizan su papel, por cuanto ellos están “actuando” a todo motor y con las calderas al rojo. A ellos les corresponde oponerse al socialismo y lo hacen con toda fuerza, con toda energÍa, con la fuerza y la energÍa que los impulsa el perder sus prerrogativas, al ver amagados sus cochinos intereses particulares en detrimento de los intereses colectivos. Ellos sÍ son verdaderos protagonistas.

Y nosotros, ¿qué hacemos para ser los protagonistas del otro lado? Muchos, no todos, se asoman al balcón y a veces se dan el lujo y re-contra lujo de dictar normas y conceptos, sin participar. La historia debemos protagonizarla, transformando el régimen burgués que todavÍa impera en un régimen altamente democrático como es el socialismo, en que la democracia otorga posibilidades a todos por igual y no a una minorÍa explotadora e inmisericorde.

Muchas cosas importantes suceden en este momento y una gran mayorÍa de la izquierda se queda quieta. Debemos movilizarnos ahora más que nunca. El peligro de una guerra civil es una cosa viva. Para detenerla tenemos que movilizarnos con mucho entusiasmo, pero una movilización activa desde la base, partiendo de los sindicatos y gremios, juntas de vecinos, centros de madres, JAP, organizaciones campesinas, concentraciones, marchas, jornadas de trabajo voluntario, colaboración directa en la solución de los problemas de abastecimientos, vigilancia y control. Hay que estar preocupados del reparto de la leche, hay que estar preocupados para lograr nuevas formas de lucha contra el sectarismo y el burocratismo. Hay que agilizar las JAP y todos aquellos organismos formados para el control y el avance de la campaña de la producción.

Hay problemas especÍficos como el gas licuado, los pollos, el trabajo voluntario. Hay tareas fundamentales que no se pueden descuidar ni un instante como es el trabajo de orientación ideológica y difusión de los logros, conquistas y tareas del Gobierno popular.

Hay trabajo para todos, mucho trabajo. No es hora de dormir siesta, de salir a vacaciones, de descansar festivos y domingos, de hacer del sábado en la tarde un pito. Es la hora de trabajar a cabeza gacha sin descanso, sin respiro. A nosotros nos tocó y debemos estar alegres que en nuestros hombros haya caÍdo la responsabilidad histórica de culminar medio siglo de lucha para llegar al socialismo. Para ello debemos movilizarnos y no quedarnos quietos, ni siquiera cuando dormimos.

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