Que no tienen idea con la chicha que se están curando es ya sabido. Los golpistas, los momios frenéticos están cavando más apresuradamente aún su propia tumba. Juegan a la guerra civil totalmente a la desesperada, es la última carta que les queda y es una carta marcada, más sobajeada que lomo de gato en casa de solteronas.
Reporteros de El Guerrillero han estado reconociendo en estos últimos dÍas toda una red organizativa en manos de los pobladores y trabajadores para responder a una asonada o a un golpe de Estado. Los compañeros simplemente se cabrearon, no están dispuestos a dejarse arrebatar el poder asÍ no más. El Gobierno popular y la Unidad Popular dicen, respetan y seguirán respetando las leyes y la Constitución, pero si los golpistas pretenden definitivamente echarse la legalidad al bolsillo, saldremos como leones a darles su merecido. Ya está bueno. Nos cansamos, dijeron los trabajadores. No aguantamos ni una más. Es un error dejarlos pavonear por el centro, insultar al Gobierno, que ataquen las sedes de los partidos polÍticos. Ahora sabrán con qué chicha se van a curar o se están curando.
En la edición pasada dimos cuenta de cómo se formaron dos cordones en San Fernando, uno de los cuales se cerró a las 11 de la mañana del dÍa de los tanques en La Moneda y el otro poco después del mediodÍa.1 Del cordón poniente tuvimos mayores datos: seiscientos adultos eran la fuerza de choque y detrás de ellos cinco mil pobladores, incluso mujeres, a no dejar tÍtere con cabeza, dispuestos a todo, incluso a jugarse la vida sin titubeos de ninguna especie. Lo mismo ocurrÍa en el sector oriental.
Si la asonada hubiera dado resultado, el combate se habrÍa producido de inmediato en San Fernando y en muchos lugares de la provincia. No se iba a esperar a los momios en las fábricas: allÍ habrÍa quedado una guardia reforzada, pero los demás a la calle para que los golpistas recibieran el vuelto. ¡Pobre del momio reconocido! ¡Pobre del matón botado a choro!
Para ser honestos, El Guerrillero no conocÍa antecedentes concretos de todo este aparato orgánico que se estaba preparando, apenas algunos datos y algunos rumores sueltos. Sin embargo, un trabajo acucioso de nuestros reporteros descubrió el verdadero alcance de los preparativos de ataque y defensa del pueblo. Por eso lo decimos concretamente: ¡este asunto se acabó!
Si quieren mocha la van a tener, asÍ que serÍa bueno que Dios los pille confesados, porque no tienen la más putana idea con qué chicha van a curarse.
1“Nuestros ágiles descubrieron una rendija, que ha dado luz en parte, de cómo los trabajadores y pobladores estaban preparados para resistir a los golpistas que el 21 de junio comenzaron por rodear La Moneda con tanques. Por fuentes extraoficiales, pero muy dignas de crédito, reporteros de El Guerrillero han sabido que, ya a las 11 de la mañana de ese dÍa, se habÍa cerrado un cordón a través de todos los barrios al poniente de San Fernando, que podÍa avanzar en cualquier momento hacia el centro de la ciudad, conducido por una fuerza de choque de seiscientos hombres adultos dispuestos a no dejar tÍtere con cabeza y detrás una masa de cinco mil personas, incluyendo hasta mujeres que estaban dispuestas a jugarse la vida antes de dar un paso atrás frente a los golpistas de cualquier pelaje. Supimos que este cordón pretendÍa tomar contacto con otro cordón que se formaba con las calderas al rojo al oriente de la ciudad, que se cerró poco después del mediodÍa, en donde una fuerza de choque similar avanzarÍa también hacia el centro, seguido de una masa imposible de calcular, que junto a la del sector poniente habrÍa arrasado con papas y caldo. Uno se pregunta, ¿qué habrÍa pasado con los reconocidos golpistas de San Fernando, matones de cartón, si no se arrancan como ratones? La verdad es que los fascistas no tienen idea con la chicha que se van a curar en un momento de verdadera crisis. Hay más detalles sensacionales de la autodefensa y ataque que trabajadores y pobladores siguen preparando para responder a los golpistas, los que iremos publicando edición tras edición. El Guerrillero felicita a estas fuerzas vivas del pueblo y llama a reforzar e intensificar los comités de vigilancia y protección, de autodefensa y ataque a nivel poblacional, del área social y privada y todo organismo de masa existente” (“¡Exclusivo! 10 mil pobladores estaban listos para dejar la escoba en San Fernando si el golpe hubiera resultado”, El Guerrillero, 7 de julio de 1973, p. 12).