La nueva elección de directorio del Club Deportivo Colchagua es un acierto no muy frecuente. Por eso es que el nuevo timón levantó polvo en los malos y agrestes caminos colchagüinos. Es como aquello de los cometas, rara vez se ven, y cuando aparecen en el cielo se forma gran expectación.

Pedro Massai debe saber exactamente lo que le espera. Deberá enfrentarse con problemas casi insolubles, crónicos en el ambiente deportivo local. La estructura del dirigente provinciano es dura: tanto tenemos, tanto compramos, sino para otra vez será. Hay excepciones, pero son las menos. Y Pedro Massai es una excepción.

Los siete millones de pesos que hay de déficit no son un buen principio para nadie, pero si se cambia el andamiaje completo y don Pedro agarra firme el timón, los vientos van a ser favorables.

Falta un poquito de audacia, un poquito más de organización y, por qué no decirlo, un poquito más de optimismo. Este año se necesita todo eso, y todo eso, estamos seguros, lo va a dar en buenas dosis Pedro Massai.

Nosotros, desde este rincón periodÍstico, saludamos al nuevo timonel y, como en otras jornadas, aquÍ están nuestras páginas al servicio incondicional del deporte.

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