Para morirse de la risa. Un nuevo estilo periodÍstico adquirieron los dos grandes diarios de San Fernando. Cuando los desmentidos llueven y la vergüenza les llega a hacer sombra en la máquina de escribir, entonces se van a comer juntos. AhÍ se soban, se dicen palabras almibaradas, se brindan sonrisitas y a don Juan Danús se le dicen toda clase de alabanzas para que después, entre bambalinas, venga el despelleje, el pelambre, el cahuÍn de siempre.
Conozco a los cÍnicos, por eso es que estimo y admiro a Juan Danús, porque en el fondo se rÍe de todos ellos, porque conozco su verdad inconmovible.
Y allÍ se juntaron todos a aplaudir. A renegar de la oveja negra. ¡Qué soltura para decir las cosas! Pero en fin.
Veamos las cosas como se han planteado. Están achunchados porque esa oveja negra los ha dejado en vergüenza. Les ha demostrado con documentos, con intenso trabajo periodÍstico que han mentido. Se han desesperado metiendo las patas. Como la opinión pública ha tomado balcón, ha reÍdo a mandÍbula batiente de estos payasos del periodismo. Y conste que no me refiero ni a don Ramón Morales ni a don Juan Danús, para que después no se escuden detrás de ellos como chiquillos llorones. Payasos que por mantener puntos polÍticos han caÍdo en el ridÍculo, dándole las espaldas al progreso del pueblo. El pueblo también les vuelva la espalda, aunque estén recogiendo para comer a los traidores y desleales, a los fracasados, a los plumarios ineptos que ni para eso sirven.
Cada cual póngase el sayo suyo. Está muy bien que vamos reconociendo el terreno que nos corresponde. AllÍ los periodistas (?) que están al servicio de los partidos polÍticos, acá los que luchamos por el progreso de la ciudad y la provincia en que vivimos. Somos pocos y nos alegramos que se hayan ido los que nunca debieron llegar.
¡Qué molesta verdad que el cartelón, que el plumario, que el oveja negra les enseñe cómo ganar una campaña por el progreso colectivo!