El miércoles pasado se cumplieron diecinueve años de la gesta heroica realizada por un grupo de revolucionarios cubanos, que iniciaron una lucha final y definitiva contra la burguesÍa y el imperialismo en ese paÍs hermano.
El asalto al cuartel Moncada, segunda fortaleza militar de la tiranÍa de Batista, se realizón forma simultánea con el ataque al cuartel Bayano en el centro de la provincia de Oriente. Estas fueron las primeras acciones de la lucha armada que iba a desarrollarse frontalmente tres años más tarde.
Los verdaderos revolucionarios del mundo conmemoran esta fecha y le dan el significado real que ella tiene, es decir, el comienzo de una nueva etapa en la historia de la lucha por la liberación de los oprimidos por los imperialistas y la burguesÍa. El asalto al cuartel Moncada significó la verdadera opción revolucionaria, porque expresa un imperativo histórico que se habÍa desechado polÍticamente por las fuerzas de la izquierda tradicional.
Después de esta acción armada encabezada por Fidel y un grupo de revolucionarios, conformado por obreros y estudiantes fundamentalmente, que estaban respaldados por un plan de insurrección popular, vino una sangrienta represión de parte de la tambaleante dictadura de Batista contra el movimiento revolucionario.
Consecuencia de esta represión fue el encarcelamiento de los sobrevivientes de las fuerzas revolucionarias, entre ellos Fidel Castro. Éste asumió personalmente su defensa frente a la justicia clasista y burguesa, y en su trascendental discurso del 13 de octubre de 1953, “La historia me absolverá”, explicó ante el tribunal que lo juzgó las ideas centrales de este plan: “Apoderarnos por sorpresa del control y las armas, llamar al pueblo, reunir después a los militares e invitarlos a abandonar la odiosa bandera de la tiranÍa y abrazar la libertad”.
Este plan insurreccional planteaba muchas cosas más y, sin duda, la historia ha absuelto a Fidel y al movimiento revolucionario. Las ruedas de la historia no pueden detenerse, los proletarios del mundo romperán finalmente sus cadenas y toda la fuerza liberada por ellos tomará el poder e iniciará la construcción del socialismo.
Los jóvenes socialistas saludamos al heroico pueblo cubano en esta significativa fecha, y les decimos que en esta lucha no están solos. La decisión del proletariado chileno de avanzar en la perspectiva de la construcción de una patria socialista es irrenunciable. La unión de los pueblos del mundo hace temblar a los burgueses y al imperialismo, e indican claramente el anuncio de la victoria final.